Infraestructura deportiva de la UAS
Infraestructura deportiva de la UAS, forjadora de la juventud sinaloense
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Valiosa aportación del Dr. Gómer Monárrez González: En su gestión como Rector (2001-2005) de la centenaria institución educativa.
Para visualizar no las carencias, si no las formas de solucionar una problemática, atendiendo sus requerimientos principales e idear un estado de cosas que nos lleven por el mejor camino y al logro mismo de resultados, en beneficio de una juventud demandante que pueda darle un giro adecuado al rumbo de nuestra sociedad sinaloense en general, es necesario en verdad sentir los colores y ponerse la camiseta.
En su paso, como estudiante, Director del Deporte, funcionario y Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el Dr. Gómer Monárrez González, ha podido contribuir en forma muy especial con el desarrollo y práctica del deporte universitario.
Aquí, su participación en la edificación de infraestructura.
1.- En principio, ¿Cuál es su concepto respecto a la actividad deportiva en general y el papel que juega en la Universidad Autónoma de Sinaloa?.
R.- El deporte, es un arte connatural al individuo: en su condición intencionalmente humana, se encuentra en una íntima concatenación con el proceso educativo, con la ideología científica y con el aspecto cultural transformador, estos tres factores en su conjunto contribuyen al desarrollo armónico biopsicosocial de los jóvenes, por ello el deporte es coadyuvante en la formación integral de la juventud.
El deporte, tiene ondas e interesantes implicaciones en todos los terrenos de la vida del joven, cuando éste recoge y hace suyas las normas, reglas, principios y valores los incorpora a su ropaje filosófico cotidiano y los convierte en virtudes, es decir en persona virtuosa, persona que al hacer sinergia con el resto de sus compañeros ya sean del ambiente deportivo o ciudadanos de la vida común, impactan en el desarrollo sustentable de los pueblos, de los estados y del país.
El deporte templa el carácter de los jóvenes y fortalece el espíritu
de lucha y superación, cuando el deportista usa las experiencias adquiridas a través de la técnica, la táctica deportiva y la competición y las aplica a su vida diaria, sin duda alguna que le aportan en lo individual éxitos y contribuye así al mejoramiento de la ciudadanía: en síntesis, el deporte en lo singular permite el crecimiento físico, biológico, moral, social, intelectual y espiritual del practicante, por lo tanto es coadyuvante para el desarrollo humano personal y es una clara manifestación de equilibrio y armonía para el desarrollo de la sociedad.
2.- Infórmenos sobre el panorama de infraestructura física deportiva de la UAS, antes de su administración, como rector de la centenaria institución educativa.
R.- Bueno, para hacer posible las bondades que de la práctica deportiva con vida sistemática y de manera organizada se desprenden, es necesario que se cuente con la infraestructura deportiva suficiente; con las instalaciones para cada una de las disciplinas en términos de las preferencias de los jóvenes que tienen sensibilidad a la práctica del deporte, la educación física, la recreación y el esparcimiento.
De esta manera, nos dimos cuenta que en la década de los años 60′ y a principios de los 70′, la universidad no tenía la infraestructura física suficiente, por lo cual iniciamos la construcción de un complejo deportivo en Ciudad Universitaria: así se construyeron en la década de los 70′ durante la administración del Ingeniero Eduardo Franco como rector y un servidor con la honrosa oportunidad que tuve de dirigir los destinos del deporte universitario, las siguientes obras de infraestructura deportiva: los estadios número uno y dos de beisbol, también dos canchas deportivas para el disfrute de fútbol y la primera pista de atletismo.
Así se resolvieron las competiciones de orden intramuros e interfacultades, regionales y hasta eventos de corte nacional y fue Willy Monárrez, el encargado del proyecto que durante la administración de Octavio Camacho se completó.
Posteriormente, cuando surge la CONADE, se nos dotó de recursos para ponerle tartán a la pista y mejorar el resto de la infraestructura física que he comentado, en el mismo sentido lo hicimos, hay que reconocer, en menor medida para la zona norte y zona sur.
A mí en lo particular me tocó -lo digo con mucho orgullo y satisfacción-, ser gestor para conseguir recursos que envió la CONADE a efecto de tener un capital semilla que luego dio origen a la alberca olímpica, surgiendo también la infraestructura del polideportivo de la UAS.
Con todo ello, ahora, la Universidad tiene las posibilidades de ofertar más de 20 disciplinas deportivas para cubrir las expectativas y aspiraciones de los jóvenes desde el punto de vista del deporte promocional, de formación, individual, colectivo y de competencia local, a nivel interfacultades y de alto rendimiento para participar en campeonatos nacionales e internacionales, en las llamadas Universiadas.
De tal manera creo, que en nuestra generación hubo un aporte importantísimo para que la infraestructura física se viera fortalecida, yo aplaudo a los rectores que hemos tenido, como el Ingeniero Eduardo Franco, quien fue el iniciador de los complejos deportivos, claro, también en su momento los hizo el Lic. Jorge Medina Viedas, quien por cierto fue un deportista destacado en la rama del fútbol, portando los colores de nuestra universidad en la década de los 60´.
Aplaudo también que en su momento haya llegado David Moreno Lizárraga, antes Audómar Ahumada Quintero, y claro, las presencia de Rubén Rocha Moya, con quienes tuvimos la oportunidad de construir las últimas grandes instalaciones, las dos más importantes desde el punto de vista del tamaño, la alberca y el polideportivo, mientras que con Jorge Luis Guevara Reynaga, las fortalecimos.
3. ¿Que nos puede decir acerca de la construcción de cada uno de los estadios de juego de Ciudad Universitaria?.
R.- Bueno, ya comentaba cual fue el proceso de construcción de estos estadios, tuve la oportunidad de gestionar algunos, conjuntamente con Octavio Camacho Robles y posteriormente con Edgar Valdez, así también con mi hermano Wilebaldo Monárrez, Evaristo Bautista, Francisco Vea Sousa, Pedro Meza, los doctores Jesús Lara y Alfredo Cuén, creo que todos aportamos un granito de arena para mejorar esta infraestructura física con el apoyo de los rectores en sus diversos periodos, yo quiero resaltar que los estadios de beisbol en tanto mi sensibilidad y gusto por el beisbol, porque tuve la oportunidad de representar a la UAS en diversos eventos de orden local, estatal, nacional e incluso internacional, contamos con la valiosa participación, en su momento, de los gobernadores Don Renato Vega Alvarado, Juan S. Millán y el propio Jesús Aguilar Padilla y fue precisamente en la administración del Lic. Audómar Ahumada Quintero y como Gobernador el Lic. Francisco Labastida Ochoa, cuando iniciamos el proyecto de la Escuela Superior de Educación Física, que a la postre vino a fortalecer la calidad y la esencia del deporte universitario.
4.- Sobre la Escuela Superior de Educación Física ¿Cómo se elaboró el proyecto? ¿Y cuál fue su impacto en la sociedad Sinaloense en la promoción del deporte?.
R.- Si claro, la Escuela Superior de Educación Física, surgió como una necesidad: siendo un servidor Director de Deportes lo aprobamos en el Honorable Consejo Técnico de la Dirección, que era el órgano colegiado representado por el Director, por un maestro y un estudiante de cada disciplina deportiva. Teníamos un consejo técnico paritario con características sui genesis, funcionaba bien y sobre todo nos permitía hacer una recapitulación de los avances, retrocesos, debilidades, fortalezas y estrategias dentro de cada una de las disciplinas deportivas.
En mi calidad de Director de Deportes, presente un proyecto en relación a la necesidad de infraestructura académica y recurso humano docente, así como elaborar un plan curricular acorde a la pertinencia social, porque… Bueno, nuestras instituciones de educación básica no contaban con recurso humano calificado para la práctica de la educación física y el deporte, pues habilitaban aquellos jóvenes que con características propias como buenos deportistas hacían las veces de maestros de educación física, maestros empíricos. Estos maestros no tenían los conocimientos básicos necesarios de pedagogía, didáctica, medicina del deporte, psicología, metodología y otros aspectos que son fundamentales para una formación integral en el docente, todo esto permite que realmente haya un impacto positivo en los docentes, es decir, en aquellos que enseñan la educación física o el deporte formativo, entonces, advirtiendo esa necesidad elaboramos el proyecto, lo aprobó el consejo técnico, lo presentamos al Honorable Consejo Universitario, lo aprobó y luego nos dimos a la tarea de la consecución de los recursos, porque tanto para la infraestructura como para el sostenimiento se requerían recursos financieros.
Afortunadamente y con mucha satisfacción, Raúl González, que en ese tiempo se estrenaba como presidente de la CONADE, por la amistad que teníamos y su compromiso con las causas académico deportivas, nos apoyo y así construimos el primer edificio que ahora se ubica en Ciudad Universitaria, recuerdo que en un primer momento funcionamos en aulas prestadas, inclusive, la propia Dirección de Deportes que tenía sus oficinas por la calle Antonio Rosales, habilitamos dos aulas, lo hicimos también en el tutelar y finalmente estuvimos en los edificios de Trabajo Social, después nos trasladamos a Ciudad Universitaria, en el lugar donde se ubica la Torre Académica… los directivos, maestros, estudiantes, batimos cal, arena, pegamos tabique, colamos techos y así hicimos las tres primeras aulas.
Con el paso de los años se ha mejorado el perfil docente, la infraestructura académica, los planes y programas de estudio, el soporte tecnológico y equipamiento, ello trajo consigo un avance muy importante, no sólo en la línea formativa del deporte sino también en las competencias de orden estatal, regional y nacional, de tal manera que nuestra Universidad ha ocupado lugares significativos en el ámbito nacional en el ambiente de la competencia, ya lo decía, la competencia es buena, la promoción es buena, lo más importante es cómo incide en el desarrollo armónico biopsicosocial del joven, es decir, el deporte formativo a mi juicio es el que mayor importancia tiene, la escencia de la masificación deportiva lo constituye su calidad formativa.
5.- En forma más específica, ¿Qué nos puede decir acerca de la práctica del deporte universitario?.
R.- Bueno, yo quiero felicitar a todos quienes han tenido la oportunidad de colaborar, de poner su granito de arena para que el deporte de la Universidad Autónoma de Sinaloa sea toda una potencia, en la medida que tenemos deportistas de nivel óptimo, en su rendimiento y que participan en Universiadas, en juegos panamericanos, en olimpiadas e inclusive, logran campeonatos, dan una imagen positiva no sólo a la UAS sino a todo el estado, a toda la juventud sinaloense, porque se demuestra el espíritu de lucha y superación de nuestros jóvenes, que no van a los eventos sólo a competir por competir, sino a competir para ganar, ganar la competencia y ganar en salud física, mental, espiritual, en fin, en formación holística.
Nosotros, en nuestra gestión, tanto como Director de Deportes como Director de la Escuela Superior de Educación Física, siempre expresamos que nuestros deportistas, ya una vez que se presentan en el terreno competitivo deben de ir con la sabiduría de competir para ganar y ganar no sólo implican los resultados, sino ganar significa desde el punto de vista del desarrollo personal acumular experiencias a través de la lucha se forjan los valores, se forjan los espíritus nobles, los espíritus sanos en tanto ésta es más cruenta y prolongada mayores experiencias se acumulan, que al final nos deja un carácter y ese carácter va a marcar nuestro destino.
Yo no digo que el deporte y la educación física sean las panaceas que han de resolver en definitiva todos los males que aquejan a nuestra sociedad, pero sí creo que aporta un granito de arena para mejorar las condiciones sociales de los pueblos y las naciones.
6.- Respecto a la alberca de Ciudad Universitaria.
R.- Con el surgimiento de la Escuela Superior de Educación Física, se fortalece el recurso humano dedicado a la atención del deporte con vida orgánica y a manera sistemática, pero además, las escuelas de educación preescolar, primaria, secundaria y hasta las preparatorias enfrentaban carencias en el servicio profesional de educación física y la recreación, paralelamente surgieron necesidades encaminadas a mejorar la formación integral de los estudiantes, por ello, los licenciados en educación física, deporte y recreación combinaron juiciosamente el estudio de los contenidos académicos con las enseñanzas que se desprenden de sus laboratorios, “las instalaciones deportivas”, de esta forma surgió la necesidad de contar con una alberca y un gimnasio de usos múltiples, éstos ya lo veníamos advirtiendo como necesarios desde la década de los 70´.
De tal manera que iniciamos con una serie de actividades de autofinanciamiento, entre ellas la venta de membrecías a distancia, es decir membrecías que nos permitían recibir el recurso adelantado y hacer uso de la alberca una vez construida, por eso les llamábamos a distancia o vender el servicio de la alberca a tiempo, afortunadamente tuvimos muy buen apoyo, muy buena aceptación de todos los directores.
En esa fecha yo era Director General de Servicios Escolares, convoqué a todos los directores de enseñanza media superior y superior, les solicité que aportaran al proyecto, que compraran una membrecía, ya fuera de tres meses, de seis meses o de un año, dependiendo del tiempo era el valor de la misma que absolutamente todos apoyaron, así logramos los primeros $200,000.00, al mismo tiempo solicitamos su apoyo a algunas empresas: la Pepsi Cola con Don Luis de la Peña y Max Martínez, al frente, nos apoyó con otros $200,000.00.
Posteriormente realizamos un sorteo ex-profeso para la construcción de la alberca, este sorteo lo autorizó el Honorable Consejo Universitario, de tal manera que con una serie de actividades logramos reunir alrededor de $2,000,000.00, ya una vez que reunimos esa cantidad le presentamos la iniciativa al señor rector en ese tiempo, el maestro Rubén Rocha Moya, él nos dijo así, “por cada peso yo pongo otro”, fue así como se logró un capital de $4,000,000.00, y de esta forma se construyó la alberca de Ciudad Universitaria.
A la par con la construcción de la alberca olímpica, el visionario y entrenador de futbol Raúl Castellanos, nos solicita la construcción de una cancha para futbol rápido: le propongo al Ingeniero Avilés que haga lo posible para ahorrar fondos de la alberca, alcanzó hasta para gradas; el más contento fue Raúl y sus deportistas, y hasta un reconocimiento público nos otorgó.
Que bueno que los directores pudieron gozar de la alberca por un periodo mayor al periodo en el cual habían adquirido membrecía, porque así lo dispuso el señor rector en aquel momento, recuerdo a alguien que todavía disfruta la alberca, me refiero a la maestra Elizabeth Moreno quien fungía como Directora de Filosofía y Letras.
Posteriormente, conseguimos un recurso adicional en la CONADE, que nos permitió construir las gradas y adquirir las bombas de tratamiento de las aguas, una vez con la alberca olímpica nos vimos en la necesidad de construir un gimnasio de usos múltiples al que ahora le llamamos polideportivo, éste se consiguió gracias a una charla que personalmente tuve con el entonces Gobernador Constitucional del Estado de Sinaloa, Don Renato Vega Alvarado, recuerdo que asistí a un evento de inauguración de un centro de computo que al mismo tiempo era café (los famosos Cibers), se celebró en el Casino de Culiacán.
Una vez que se inauguró, charlamos, a él le gustaba mucho el beisbol, me comentó que le agradaba cuando yo “pichaba” por la UAS, luego me invitó a su despacho, al día siguiente fui, bueno, ahí mismo me preguntó: ¿Qué le hace falta a la Universidad en términos del deporte?, le respondí que un gimnasio a la altura, como lo requieren los deportistas de alto rendimiento, similar al del Parque Revolución, me dijo que íbamos a hacer algo mejor, agradezco que me haya dado la oportunidad de una audiencia de más de una hora en charla amena, luego ordeno: Coméntale a tu rector que vamos a elaborar el proyecto, giró instrucciones a Claudio, no recuerdo su apellido, él era el Secretario de Obras Públicas del Gobierno del Estado, le pidió que contratará un despacho de ingenieros y arquitectos de Guadalajara, ellos elaboraron una propuesta de un gimnasio atípico, que finalmente se constituye en lo que hoy es el gimnasio deportivo (Polideportivo).
Debo decir, con verdad, que uno de los que más me insistía en el gimnasio era Edgar Valdez, entonces Director de Deportes, de tal manera que él, tiene su mérito porque era quien me sensibilizaba y me solicitaba que nos aplicáramos a lujo de propiedad en esta tarea. Incluso Edgar y un grupo de deportistas entregaron al Secretario de Educación Pública, Ernesto Zedillo, solicitud al respecto.
En un primer momento, el costo del gimnasio, constituía aproximadamente $12, 000, 000.00, al final como el señor gobernador lo quería con un aforo más amplio que el del Parque Revolución, creo que se invirtieron cerca de $20,000,000.00. Esas son a mi juicio las dos instalaciones que marcan al deporte universitario desde el punto de vista de la infraestructura física deportiva, ya comenté que en mi calidad de rector hice gestión para que los estadios numero uno y dos de beisbol fueron mejorados; en la administración de los gobernadores Juan S. Millán y Jesús Aguilar Padilla respectivamente, se les puso alumbrado a ambos, se mejoraron el pasto, las bardas y las gradas lo que llamamos ahora las graderías para los espectadores.
En esa misma administración logramos recursos de la CONADE para la cancha de tenis y para la cancha de voleibol playero, disciplinas que no se promovían hacia el interior de la universidad, pero también recuerdo el dojo de Karate Do que lleva el nombre muy merecidamente del maestro Elías Gómez Barajas, en virtud de ser él, el principal impulsor de las Artes Marciales y Judo en la UAS, este espacio fue construido en la administración de Octavio Camacho como Director y como Rector el Lic. David Moreno Lizárraga.
También se construyó el gimnasio universitario para la práctica especializada de gimnasia, a insistencia del incansable gestor Jorge Alfredo Ceyca Carrillo, este espacio deportivo se mejoró sustancialmente en administraciones posteriores, no recuerdo si fue durante el periodo de Camacho o de Evaristo Bautista, por eso desde Willy Monárrez, Evaristo Bautista, Octavio Camacho, Edgar Valdez, Pedro Meza, Francisco Vea Sousa, Jesús Lara y el siempre luchador por el fortalecimiento de las áreas científicas (medicina, psicología, filosofía, metodología deportiva) para mejorar el rendimiento deportivo e influir en la formación de la persona, nuestro entrañable compañero Dr. Jesús Alfredo Cuén Ojeda, me merecen todo el respeto porque fueron coadyuvantes y firmes impulsores para que el complejo deportivo de la Universidad Autónoma de Sinaloa, sea un complejo acorde a como lo requiere una institución de Educación Superior de vanguardia.
A la postre fueron los Dres. Jesús Lara y Alfredo Cuén, quienes como directores, mejores resultados obtuvieron en el terreno competitivo en Universiadas, llegando a un segundo lugar, lo mejor que ha tenido la UAS, espero ahora con José Guadalupe Pérez Reyes “El Gringo”, mejoremos hasta ubicarnos en el primer lugar nacional.
No dejo de reconocer a Benjamín Iriarte Farber, Ramón Medina, Ramón Mascareño, Juan de Dios Palazuelos y Jorge Gastélum, quienes con su talento, experiencia y compromiso fueron pieza importante para la elaboración del proyecto de la Escuela Superior de Educación Física, hoy todo un baluarte en la formación de profesionistas y grandes deportistas de la talla, por mencionar a algunos: Jared Borgetti, Hilda Gaxiola, Vallin, Dionicia y muchos otros que escapan por el momento a mi memoria.
¡EN EL CAMINO DE LA VICTORIA!. (SANBUS).