«Unión Tierra Blanca», un equipo de gran prosapia en el fútbol de Culiacán
Tiempo antes del gran auge del deporte más popular del mundo levantado por el IX Campeonato Mundial de Fútbol “México 1970″, en la capital del estado de Sinaloa, el equipo “Unión Tierra Blanca” figuraba ya en la Liga Municipal de Fútbol de Primera Fuerza como uno de sus más grandes protagonistas y empezaba a vivirse asimismo una de las más brillantes épocas de éste circuito.
Con sede en el campo del “Seminario”, el “ACJM”, fue su equipo antecesor y uno de nombre “Casa Grande” que logró más de un título en la división de tercera fuerza, su “sucursal”.
Ricardo Briseño, Ernesto «Lima» Peralta, Ramón Pérez, Desiderio Ochoa, Jesús Rubalcaba, Félix, Horacio y Fernando Torres, Agustín Briseño y Gilberto Valenzuela, entre sus primeros grandes jugadores.
A mediados de la decada de los años setenta, un “UTB” bajo la dirección de Félix Torres, en su mejor momento, con grandes temporadas desarrolladas, títulos de goleo individuales para Valenzuela y Briseño, la integración de Sergio y Alfonso Rubio, como dos de sus más fuertes exponentes y un campeonato de “Copa” en la temporada 1975-76 que ha trascendido como ninguno.
Gilberto Valenzuela, en fecha previa, campeón goleador con 65 anotaciones en la Liga de Tercera con un equipo “Pequeños Gigantes”, con cuarenta tantos de diferencia sobre su mas cercano perseguidor.
Después de ello, con destacadas participacones en las primeras categorías de veteranos donde el mismo “artillero” Gilberto Valenzuela obtuvo por lo menos un título de goleo individual en cada una de ellas y fue llamado después a la conformación de un equipo al que se invitó a Alfonso Solano, Ernesto Peralta y Saúl Valenzuela, nombrado “UTB-San Nikos”, el mismo que se coronó tres veces campeón consecutiva en una división mayor donde en una de las temporadas el mismo Gilberto Valenzuela anotó un gol por lo menos en cada una de las jornadas, desde el inicio del rol hasta la final por el título.
Un “UTB”, que se coronó en fecha reciente en otra categoría de veteranos y pudo hacer un buen papel en todas las categorías -desde infantiles hasta juveniles- durante su época de oro con equipos aspirantes siempre al gallardete.
Como su equipo ideal, en la portería: Jesús Alvarado, seguro y de gran fortaleza.
En la defensa: Andrés Salazar, caracterizado por su “juego limpio”, quien seguía al contrario y tenía una “barrida” espectacular; Carlos Bustamante, de pierna fuerte y muy difícil de rebasar; Antonio García, de gran técnica, efectivo y seguro en sus intervenciones; y Alfonso Rubio, muy técnico, veloz y potente de izquierda y derecha.
Como medios, Jesús Rubalcaba, de mucha técnica y muy aguerrido; Fernando Torres, de gran velocidad; y Antonio Briseño, fuerte, veloz y de gran toque.
Y en el eje delantero, Sergio Rubio, de un gran manejo de balón; Gilberto Valenzuela, con la más certera definición por aire; y Agustín Briseño, de gran velocidad y potencia en los disparos.
Al frente del gran estratega Félix Torres García.
Ese eje delantero, muy temido por cualquier defensa contraria, con tres elementos de primera línea que desarrollaron un gran fútbol juego tras juego y temporada tras temporada.
El “Unión Tierra Blanca”, donde figuraron asimismo habilidosos jugadores como el “Indio”, el “Primitivo”, el “Cubano”, el «Viruta», el «Emiliano», el “Chivo” Molina, Moisés Palafox, Amado, el «Memo Nescao», Fortino Rivera, el “Kalimán” Guzmán, el “Greñas” Briseño, Alberto Medina, Romeo Cázarez; los hermanos Derath Rocha, Enrique Ochoa y José Alfaro.
Alfonso Rubio, quien llegó al profesionalismo e hizo gran carrera con los “Pumas” de la UNAM de la Primera División y Sergio Rubio, que se probó con algunos clubes y dejó gran constancia .
Del mismo barrio, Moisés y Omar Briseño, hijos de Agustín y Luis con las organizaciones del “Cruz Azul” y el Atlas”, aparte de Alberto Medina Briseño, sobrino de ellos, con las “Chivas Rayadas” del Guadalajara.
Sergio Rubio, sino el mejor, el segundo o dentro de la terna sin duda, de los más grandes jugadores del futbol sinaloense.
Un equipo de resultados que ha trascendido en el medio, como el de mayor prosapia originario de una colonia popular de Culiacán a través ya de seis décadas, porque su “marca” misma la han defendido muchas otras generaciones en distintas categorías y ha sido desde entonces su gran sello característico.
Algunos de sus jugadores, claves en la obtención de un tercer lugar en el II Campeonato Nacional Juvenil “Benito Juárez” de 1976 y segundo lugar en el Torneo Nacional de Primera Fuerza de ese mismo calendario, en las dos ocasiones, Félix Torres, como promotor y organizador principal en su carácter de directivo.
En nuestros días, todavía en la pelea por un “banderín” en las categorías para veteranos.
De gran mérito, como equipo participante de los “Juegos del Recuerdo” del Fútbol de Culiacán.
En el campo de las «bombas», muchas de sus proezas, en lo individual aquellos nueve goles en un juego por parte de Agustín Briseño y un espectacular gol olímpico de Alfonso Rubio.
¡En el Camino de la Victoria!. (SANBUS).
